jueves, 2 de febrero de 2012

Plaza de la Cultura: 30 Aniversario


Diseñado por los arquitectos Edgar Vargas, Jorge Borbón y Jorge Bertheau, el edificio de la Plaza de la Cultura, sede de los Museos del Banco Central de Costa Rica, cumple 30 años de inaugurado. Hito arquitectónico y urbanístico de la ciudad de San José, con él, puede decirse, se cerró el ciclo histórico de la Arquitectura Moderna en Costa Rica.

Entre las actividades programadas a lo largo del presente año para festejar el acontecimiento, está la exhibición en los aparadores ubicados en la Avenida Central, de una serie de fotografías -de época unas y contemporáneas otras-, que acompañadas de textos explicativos a cargo de los arquitectos y especialistas en historia de la arquitectura en Costa Rica, Ileana Vives y Andrés Fernández, ilustran el proceso de concepción, construcción e incidencia en el desarrollo urbano capitalino, de ese auténtico PUNTO DE ENCUENTRO ciudadano.


Partiendo de la esquina suroeste del Mercado Central, sobre la arteria josefina que es la Avenida Central, el viernes 27 de enero de este año, se realizó un recorrido guiado por esa exposición al aire libre y urbano.


Conforme avanzaba el grupo ciudadano, se fue explicando cómo, a lo largo de la antigua Calle Real de la villa de San José, nacieron y se desplazaron los distintos puntos de encuentro con que ha contado la ciudad, y que culminaron en la construcción de la Plaza de la Cultura.


Calle Real primero, Calle del Comercio luego, la Avenida Central fue el escenario de esa caminata por la historia capitalina y la de sus espacios públicos más importantes, antecedentes todos del edificio festejado.


La visita guiada permitió explicar las razones que llevaron a variar el proyecto original, de un edificio de tres pisos con una plaza al frente, a un edificio con tres niveles subterráneos que despejó así la horizontal urbana y abrió la visual al costado norte del Teatro Nacional.


Una vez dentro, los asistentes pudieron admirar el edificio con explicaciones técnicas y estéticas que vinieron a complementar las recibidas durante la visita guiada por la exhibición fotográfica.


Así, la relevancia del edificio inaugurado en 1982, pudo ser apreciado como un todo integral compuesto por la plaza en el exterior, y el único inmueble costarricense diseñado para ser museo en su interior.


Edificio rico en volúmenes y texturas, perspectivas y sensaciones, la visita no podía terminar sin que los asistentes experimentaran su materialidad mediante el tacto: edificio para ser tocado, inmueble para ser vivido, museo vivo en una ciudad que, a partir de su construcción, empezó a revivir… hace 30 años.